LETALES. Oribe Peralta abrió el marcador anoche en La Comarca Lagunera. (Foto: IMAGO7 ) Carlos Darwin Quintero es un guerrero que gusta de lustrarse los botines, después de demostrar que es un “asesino del área”. Goza tanto de realizar esa tarea que no se cansa de hacer goles y más goles. Los dos de anoche sirvieron para desplumar a los Gallos Blancos y avisarle al León que Santos está para ser finalista.
El colombiano ha sido la guía santista hacia las semifinales. Si León, el rival de los albiverdes en las semifinales, cuenta con Mauro Boselli, los de Torreón cuentan con Darwin, que en una semana le hizo cuatro anotaciones a los queretanos para gestar el triunfo global 6-3.
Sin sufrimiento, el trámite que cumplieron los Guerreros anoche ante los Gallos (3-1) fue sólo para pasar de ronda, donde le espera una Fiera en la antesala de la final El platillo que se viene entre Santos y León se anotoja explosivo, emocionante, máxime después de las exhibiciones que dieron ambos cuadros en cuartos de final. Los Guerreros acudirán a la cita con los Panzas Verdes, tras una serie de cuartos de final en la que avanzaron sin despeinarse demasiado y sólo para que Quintero y Oribe Peralta, este último con un gol derrotaran por segunda ocasión en ocho días al Querétaro.
El conjunto visitante resultó combativo, pero sin la capacidad suficiente para asustar a un equipo santista que se viste de serio aspirante a conseguir su quinta corona de Primera División. El regodeo albiverde comenzó con el ídolo de siempre de la afición local. Siempre que el estadio Corona quiere alegrarse con los goles ubica al enrachado Oribe como su gran emblema, cuando se mira a la ofensiva lagunera.
Él inició la fiesta con el gol que encaminó el duelo de vuelta. Vino Isaac Romo con una anotación que insinuaba una remontada épicas del Querétaro. Mas no contaba con la letalidad de Santos. Esa característica de los albiverdes está simbolizada en Quintero. Como un velocista implacable, que además es un oportunista del gol, el moreno ariete de los Guerreros le negó a los emplumados cualquier intento de resurrección.
Al minuto 67, hizo su primera anotación de la noche. Ese tanto sentenció los cuartos de final, porque la losa que comenzaron a cargar los queretanos era prácticamente imposible de remontar. Y así fue, pero Darwin quería lustrarse sus botines otra vez. Ese disfrute lo consiguió repetir, luego de rematar un centro de Marc Crosas cuando faltaban un poco más de 15 minutos para el final.
Con el 3-1 en el marcador se acabó el partido. Santos luce implacable, amenzante y sin miedo al León. Con la sonrisa de Quintero, los Guerreros presumen a la Fiera que también tienen un arsenal al frente.
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